
Lamentablemente para Microsoft, Windows 11 no ha logrado convencer a la mayoría de los usuarios. De hecho, ni siquiera las configuraciones para parecerse a Windows 10, o el uso de programas como Windhawk o Talon, o incluso instalar alternativas como Tiny11, fueron suficientes.
Por lo tanto, muchos se preguntan si realmente vale la pena tanto esfuerzo. La realidad es que no, y es por ello que las distribuciones de Linux, como Ubuntu o Linux Mint, están ganando terreno entre los usuarios de Microsoft.
Es más, con el anuncio del fin del soporte de seguridad de Windows 10, muchos usuarios comenzaron a buscar un reemplazo.
La última propuesta de Microsoft reveló numerosos errores, requisitos exigentes y pasos de instalación obligatorios. Si bien macOS es una opción confiable, su curva de aprendizaje y la necesidad de cambiar de hardware lo hacen menos accesible.
Frente a este panorama es donde las distribuciones de Linux se posicionan como la mejor elección, convirtiendo a Windows 11 en la mejor publicidad que Linux ha tenido en años.
Requisitos mínimos: Linux supera a Windows 11
El problema principal para Windows 11, es la obligatoriedad de contar con TPM 2.0 para actualizar, situación que deja afuera a millones de equipos antiguos.
Aunque existan formas de omitir este requisito, la realidad es que no se aconseja debido a posibles errores y problemas de rendimiento.
Ahora bien, Linux, en cambio, no exige especificaciones tan elevadas. De hech, no se necesita del TPM 2.0 y sus requisitos de hardware suelen ser bajos. Además de ello, se instalan de forma gratuita y el proceso es sorprendentemente sencillo.
Dichos beneficios convierten a los proyectos basados en el kernel de Linus Torvalds en alternativas ideales, incluso para PC muy antiguas.
Mayor rendimiento y menos reso
Si tu ordenador no es tan potente o carece de suficiente almacenamiento, no debes alarmarte, ya que la mayoría de las distribuciones de Linux, incluidas Ubuntu, Fedora, Debian, Chrome OS Flex, son ligeras y compatibles con una amplia gama de dispositivos.
Es más, muchas de ellas se enfocan en ofrecer el máximo rendimiento posible con las características disponibles. Existen opciones para todo tipo de usos específicos: sistemas operativos de alta privacidad y ciberseguridad, con el menor peso posible.
Adiós al bloatware y hola a la personalización
Desde su lanzamiento, el sistema operativo Windows 11 ha incluido una gran cantidad de aplicaciones que lamentablemente inician con el sistema, anuncios y recomendaciones que han molestado a millones de usuarios.
Aunque programas como Word, PowerPoint y Excel son útiles, aplicaciones como Maps, News, OneDrive y Outlook a menudo permanecen en el sistema sin ser utilizado.
Incluso la inteligencia artificial Copilot puede no ser de tu agrado si prefieres otros chatbots como ChatGPT o Gemini.
Por lo tanto, con las distribuciones de Linux, esto no será un problema, ya que suelen incluir solo las aplicaciones esenciales, sin agregados adicionales.
Además de ello, ofrecen una extensa lista de elementos personalizables dependiendo del entorno de escritorio (ED) que elijas.
Gamers y Streamers migran a Linux
Como sabrán, el crecimiento de comunidades como ZorinOS, Pop_OS! y Manjaro está atrayendo tanto a usuarios comunes como a referentes del mundo gamer.
Un ejemplo claro es “PewDiePie”, quien migró a Linux Mint, rompiendo el mito de su incompatibilidad con videojuegos.
Ten presente que Linux ha mejorado notablemente en rendimiento y estabilidad, es por eso que hoy ofrece una plataforma viable para gamers y profesionales.
Dicha evolución, sumada a las críticas a Windows 11, ha impulsado una migración que beneficia a Linux. De esta manera el sistema gana visibilidad y se posiciona como una sólida alternativa para quienes buscan reemplazar Windows 10 sin perder funcionalidad ni eficiencia.
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(S.M.C)